miércoles, 31 de octubre de 2012

mujer habitada


la madre que da la vida, de Beatriz Aurora


"La carretera era empinada. Ningún camino fuera de Grace era fácil de escalar. Dos veces tuve que pedirle a Viola que me dejara recobrar el aliento. Me llevé la mano al pecho, jadeando con fuerza, un poco avergonzada de mi fragilidad, pero también un poco satisfecha por esa prueba externa de lo que todavía era una circunstancia interna. Estaba embarazada.
-Me siento como si no tuviera energías. Cuando vuelvo de la escuela me quedo dormida hasta que Loyd me despierta para cenar, y después me vuelvo a meter en la cama.
Esa nueva relación con el sueño me resulta milagrosa.
-Oh, sí -dijo ella-. Todos tus esfuerzos van dirigidos al bebé. Desde el principio te das cuenta de quién es el que manda.
Esas primeras semanas resultan fantásticas. Por fuera una parece la de siempre, nadie puede adivinar al contemplarte que tu alma ha sufrido un terremoto. Te han hecho pedazos, cautivada por una magia antigua e incomprensible. Es lo único que nunca acabamos de aceptar: que somos portadores de nuestro propio futuro.
Eso mismo le había escrito a Hallie en las páginas de una vieja libreta de papel de carta que nunca se perdería ni sería echada al correo. Esas cartas se quedaban conmigo. Se lo había dicho: parece como si alguien se hubiera mudado a mi cuerpo. Es asombroso. Descubres que no eres el centro del universo, de repente todo está patas arriba, tienes la capacidad de ser madre"

Los sueños de los animales. Barbara Kingsolver

No hay comentarios:

Publicar un comentario